domingo, 13 de noviembre de 2011

Videeo...


Tortura escolar


Como tortura escolar se entiende un amplio catálogo de prácticas que van desde la broma al castigo, y que también pueden darse fuera de la escuela (por ejemplo, en un acuartelamiento militar o un colegio mayor). El rasgo definitorio de estas prácticas es que todas las partes implicadas están situadas en un mismo nivel de autoridad, y su ejecución viene definida por normas de compañerismo en vez de por un código legal definido. La práctica de estas "bromas" va desde el juego diario o el ejercicio consensuado hasta el acoso escolar. El objeto de estas sanciones puede ser un individuo o un colectivo que acepta por algún motivo su participación (generalmente pasiva). A continuación se detallan algunas de las prácticas más comunes, si bien la nomenclatura no es convencional, por lo que los nombres indicados varían enormemente de uno a otro país.


Prácticas comunes

Mochila

Aprovechando un momentáneo descuido de la víctima su mochila le es sustraída, y vaciada de su contenido. La mochila es entonces vuelta del revés, y su contenido se vuelve a introducir. Cerrada y devuelta a su lugar original,1 la mochila presenta una apariencia peculiar. El propietario de la mochila sólo tiene una manera de volverla a su estado original, y es vaciándola de nuevo de todo su contenido, entre el lógico regocijo general. Esta broma puede hacerse también con el estuche de algún alumno. Si, por ejemplo, la víctima abandona la clase por algún motivo, no sólo su mochila, sino también su estuche -y cualquier objeto reversible que tenga sobre la mesa- pasará por el mismo proceso.

Pisotones


Estos ejercicios se ven favorecidos por la formación de filas, típicas en los desplazamientos de escolares. Se puede pisar el talón de la víctima, causando eventualmente su caída. Otra variedad consiste en pisar la parte lateral de sus zapatos, de modo que el ritmo natural del caminar hará que al levantar el pie el zapato quede sobre el suelo. Una última variante consiste en patear enérgicamente el talón de la víctima para desequilibrarle o simplemente molestar.1 El carácter anecdótico de estos percances facilita su justificación accidental.

Frotamientos 
Conocida como "la quema de la alfombra india", la "quema china" (en el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda), o la "mordedura de serpiente" (en Canadá), consiste en agarrar firmemente el antebrazo de la víctima con ambas manos, y efectuar un enérgico giro de muñecas en direcciones contrarias, causando una dolorosa tensión de la piel. En España, existe una variedad conocida como "el caminito rosa" con un carácter narrativo añadido: Tras la oferta de contar un cuento, el narrador solicita a su víctima que tienda el brazo, el cual pellizcará, golpeará o arañará, caracterizando el paso de diversos animales por dicho camino. Típicamente se alternan castigos corporales con sensaciones menos dolorosas para prolongar, en la medida de lo posible, la narración del cuento-trampa.

Carteles

Una nota -típicamente, "tonto"- se cuelga a la espalda de la inadvertida víctima. Se suelen utilizar adhesivos que garanticen la repetición de la broma.

Retorcimientos

Conocido en el mundo anglosajón como "nipple twist", "ruby booby", "tweak", "nipple gripple", "titty twister", "purple nurple" o "purple herbie", consiste básicamente en tomar el pezón de la víctima entre el pulgar y el índice y efectuar un rápido giro. El 8 de agosto de 2005, David Thumler, un chico de 15 años de Gold Hill, Oregon, fue condenado por un delito menor sobre Matthew Cox, de 13 años de edad. Thumler fue sancionado con 67 $ y tres días de servicios comunitarios.

Ropa interior

Llamada "pantsing" en los Estados Unidos, "debagging", "depantsing", "shanking", "skanking" o "dacking" en Australia, "dekegging" o "kegging" en el Reino Unido, "breeking" en Escocia, "jocking" en Irlanda, y "down-trou" en Nueva Zelanda durante los 80 y 90, la broma consiste en bajar de un enérgico tirón los pantalones, el bañador o los calzoncillos de la víctima tras una aproximación posterior, y retirarse rápidamente aprovechando la momentánea confusión de la víctima.

Zapatos

Esta clásica broma consiste en atar los cordones de los zapatos de la víctima, generalmente cuando la víctima está sentada y distraída. Los cordones también pueden atarse a cualquier objeto cercano -lo que puede causar un notable percance en el momento en que la víctima se levante, sobre todo si se la anima a correr-, o pueden simplemente cortarse. Otra forma muy común de causar una caída es con la zancadilla, especialmente eficaz cuando la víctima se desplaza rápidamente.

Bolitas de papel

Una bolita de papel mascado puede impactar en la víctima con fuerza, especialmente si es arrojado a través del tubo vacío de un bolígrafo. La eficacia de estas bolitas se ve disminuida por el característico sonido del proyectil al abandonar el canuto, que suele delatar su procedencia.

Pinchazos

Una chincheta, grapa o cualquier material afilado se dispone sobre una silla, causando un dolor instantáneo a la incauta víctima.

Cola de rata

También conocido como "el látigo", la "cola de rata" es básicamente una tela fuertemente enrollada en diagonal, que se utiliza con ambas manos con un enérgico movimiento de látigo. Esta broma es típicamente realizada en duchas, cuando la humedad de las toallas aumenta la fuerza del impacto y la víctima ofrece un blanco sencillo. La "cola de rata" pierde buena parte de su efecto cuando es ejecutada sobre una víctima vestida, o cubierta holgadamente.

Wedgie

El "wedgie" es una clásica broma, muy popularizada por la cultura estadounidense, que consiste en tirar enérgicamente de la ropa interior de la víctima hacia arriba, causando una fuerte presión sobre la zona inferior del tronco. El 6 de abril de 2006, Fox News informó de que un profesor de Albany (Nueva York) había sido arrestado por poner en peligro el bienestar de un niño de 10 años al efectuarle un "wedgie".4 1 En 2007, Jared y Justin Serovich, de 8 años de edad llegaron a la final del concurso de inventos de Central Ohio gracias a unos calzoncillos a prueba de "wedgies". Otra variante, conocida como el "sneaker wedgie", consiste en tirar rápidamente de los cordones de los zapatos de la víctima, y aunque no es considerada dolorosa sí causa la molestia de tener que volver a atarlos.

Babas

Generalmente efectuada sobre una víctima dormida o inconsciente, el ejecutor de las "babas" se humedece un dedo en saliva antes de introducirlo en el oído o algún otro orificio de la víctima. Tradicionalmente se acompañaba de la expresión "chúpate esa".


Causas!

El agresor: características psicológicas y entorno familiar


Aunque el acosador escolar no tiene por qué padecer ninguna enfermedad mental o trastorno de la personalidad grave, presenta normalmente algún tipo de psicopatología. Fundamentalmente, presenta ausencia de empatía y algún tipo de distorsión cognitiva.
La carencia de empatía explica su incapacidad para ponerse en el lugar del acosado y ser insensible al sufrimiento de este.
La presencia de distorsiones cognitivas tienen que ver con el hecho de que su interpretación de la realidad suele eludir la evidencia de los hechos y suele comportar una delegación de responsabilidades en otras personas. Así, normalmente responsabiliza de su acción acosadora a la víctima, que le habría molestado o desafiado previamente, con lo que no refleja ningún tipo de remordimiento respecto de su conducta (los datos indican que, aproximadamente, un 70% de los acosadores responden a este perfil).
La psicología actual, por otra parte, identifica en los acosadores escolares la existencia probable de una educación familiar permisiva que les puede haber llevado a no interiorizar suficientemente bien el principio de realidad: los derechos de uno deben armonizarse con los de los demás. La consecuencia es la dificultad para ponerse en el lugar del otro por una carencia de altruismo vinculada a un ego que crece a costa de los demás, meros instrumentos a su servicio, y que tiene un umbral de frustración muy bajo. Algunos autores denominan a este tipo de niño como niño tirano.
El niño mal educado en la familia probablemente reproducirá en la escuela los hábitos adquiridos. Ni respetará, ni empatizará con los profesores, ni con sus compañeros. Sus frustraciones quizá le lleven a elegir un cabeza de turco. A menudo será aquel compañero que le haga patentes sus limitaciones y carencias, o que, simplemente, le parezca vulnerable.3

El entorno escolar

Se puede dar el caso de que la ausencia en clase (o, en general, en el centro educativo) de un clima adecuado de convivencia pueda favorecer la aparición del acoso escolar. La responsabilidad al respecto oscila entre la figura de unos profesores que no han recibido una formación específica en cuestiones de intermediación en situaciones escolares conflictiva, y la disminución de su perfil de autoridad dentro de la sociedad actual.

La televisión

El mensaje implícito de determinados programas televisivos de consumo frecuente entre adolescentes que exponen un modelo de proyecto vital que busca la aspiración a todo sin renunciar a nada para conseguirlo, siempre y cuando eso no signifique esforzarse o grandes trabajos, constituye otro factor de riesgo para determinados individuos.
Los expertos han llegado también a la conclusión de que la violencia en los medios de comunicación tiene efectos sobre la violencia real, sobre todo entre niños.[cita requerida] Se discute, no obstante, el tipo de efectos y su grado: si se da una imitación indiscriminada, si se da un efecto insensibilizador, si se crea una imagen de la realidad en la que se hiperboliza la incidencia de la violencia, etc
En conclusion la television con alto riesgo de violencia afecta a los niños, en el sentido de querer y tratar ser como ellos ( tipos de modelo prototipo).

Prevención

Se estima que la intervención simultánea sobre factores individuales, familiares y socioculturales, es la única vía posible de prevención del acoso escolar. La prevención se puede realizar en distintos niveles.
Una prevención primaria sería responsabilidad de los padres (apuesta por una educación democrática y no autoritaria), de la sociedad en conjunto y de los medios de comunicación (en forma de autorregulación respecto de determinados contenidos).
Una prevención secundaria sería las medidas concretas sobre la población de riesgo, esto es, los adolescentes (fundamentalmente, promover un cambio de mentalidad respecto a la necesidad de denuncia de los casos de acoso escolar aunque no sean víctimas de ellos), y sobre la población directamente vinculada a esta, el profesorado (en forma de formación en habilidades adecuadas para la prevención y resolución de conflictos escolares).
Por último, una prevención terciaria serían las medidas de ayuda a los protagonistas de los casos de acoso escolar.

Resolución de conflictos

Pese a que la figura del acoso en general atiende a un concepto de negación del conflicto al tratarse de un maltrato soterrado (incluso para la víctima, pues a ella le declaran la guerra en secreto, nunca abiertamente), tal vez podría hablarse de conflicto para simplificar el acercamiento a la materia. Y es que el conflicto forma parte de la vida y es un motor de progreso, pero en determinadas condiciones puede conducir a la violencia. Para mejorar la convivencia educativa y prevenir la violencia, es preciso enseñar a resolver conflictos de forma constructiva; es decir, pensando, dialogando y negociando. Un posible método de resolución de conflictos se desarrolla en los siguientes pasos:
  • Definir adecuadamente el conflicto.
  • Establecer cuáles son los objetivos y ordenarlos según su importancia.
  • Diseñar las posibles soluciones al conflicto.
  • Elegir la solución que se considere mejor y elaborar un plan para llevarla a cabo.
  • Llevar a la práctica la solución elegida.
  • Valorar los resultados obtenidos y, si no son los deseados, repetir todo el procedimiento para tratar de mejorarlos.
Una buena idea puede ser la de ir escribiendo las distintas fases del proceso, para facilitar su realización. En los programas de prevención de la violencia escolar que se están desarrollando en los últimos tiempos, se incluyen la mediación y la negociación como métodos de resolución de conflictos sin violencia.

Tipos de acoso escolar

Los profesores Iñaki Piñuel y Zabala y Araceli Oñate han descrito hasta 8 modalidades de acoso escolar, con la siguiente incidencia entre las víctimas.2

  1. Bloqueo social (29,3%)
  2. Hostigamiento (20,9%)
  3. Manipulación (19,9%)
  4. Coacciones (17,4%)
  5. Exclusión social (16,0%)
  6. Intimidación (14,2%)
  7. Agresiones (13,0%)
  8. Amenazas (9,1%)

Bloqueo social

Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan bloquear socialmente a la víctima. Todas ellas buscan el aislamiento social y su marginación impuesta por estas conductas de bloqueo.
Son ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo, de hablar o comunicar con otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues son indicadores que apuntan un intento por parte de otros de quebrar la red social de apoyos del niño.
Se incluye dentro de este grupo de acciones el meterse con la víctima para hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al niño socialmente, entre el grupo de iguales, como alguien flojo, indigno, débil, indefenso, estúpido, llorica, etc. El hacer llorar al niño desencadena socialmente en su entorno un fenómeno de estigmatización secundaria conocido como mecanismo de chivo expiatorio. De todas las modalidades de acoso escolar es la más difícil de combatir en la medida que es una actuación muy frecuentemente invisible y que no deja huella. El propio niño no identifica más que el hecho de que nadie le habla o de que nadie quiere estar con él o de que los demás le excluyen sistemáticamente de los juegos.

Hostigamiento

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que consisten en acciones de hostigamiento y acoso psicológico que manifiestan desprecio, falta de respeto y desconsideración por la dignidad del niño. El desprecio, el odio, la ridiculización, la burla, el menosprecio, los motes, la crueldad, la manifestación gestual del desprecio, la imitación burlesca son los indicadores de esta escala.

Manipulación social


Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen social del niño y “envenenar” a otros contra él. Con ellas se trata de presentar una imagen negativa, distorsionada y cargada negativamente de la víctima. Se cargan las tintas contra todo cuanto hace o dice la víctima, o contra todo lo que no ha dicho ni ha hecho. No importa lo que haga, todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo de otros. A causa de esta manipulación de la imagen social de la víctima acosada, muchos otros niños se suman al grupo de acoso de manera involuntaria, percibiendo que el acosado merece el acoso que recibe, incurriendo en un mecanismo denominado “error básico de atribución”.

Coacción

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden que la víctima realice acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total de su voluntad.
El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad proporciona a los que fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios, pero sobre todo poder social. Los que acosan son percibidos como poderosos, sobre todo, por los demás que presencian el doblegamiento de la víctima. Con frecuencia las coacciones implican que el niño sea víctima de vejaciones, abusos o conductas sexuales no deseadas que debe silenciar por miedo a las represalias sobre sí o sobre sus hermanos.

Exclusión social

Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan excluir de la participación al niño acosado. El “tú no”, es el centro de estas conductas con las que el grupo que acosa segrega socialmente al niño. Al ningunearlo, tratarlo como si no existiera, aislarlo, impedir su expresión, impedir su participación en juegos, se produce el vacío social en su entorno.

Intimidación

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que persiguen amilanar, amedrentar, apocar o consumir emocionalmente al niño mediante una acción intimidatoria. Con ellas quienes acosan buscan inducir el miedo en el niño. Sus indicadores son acciones de intimidación, amenaza, hostigamiento físico intimidatorio, acoso a la salida del centro escolar.

Amenaza a la integridad

Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan amilanar mediante las amenazas contra la integridad física del niño o de su familia, o mediante la extorsión.

Algunas imagenes animadas del Bullying'




Bullying en Saltillo

Hasta donde los jovenes llegan con tal de desquitar su enojo.
Hai personas que no hemos sentido lo que realmente es el Bullying pero si hemos estado con personas que han sentido eso, la verdad cuando uno habla con esas personas siente su tristesa por ser personas que tratan mal, se sienten tristes y prefieren la soledad alejarse de lo divertido para que ya no les digan mas cosas, pero eso no es lo mejor por hacer, lo mejor por hacer es enfrentar esa situacion, no hacerles caso, no tiene motivo por que hacerles caso, solo ganaran hacerlas sentir mal y querer estar alejados de todo.
En ocasiones no sabes hasta que nivel llegara el Bullying, cuando las personas en realidad se quieren desquitar, se desesperan son capaces de todo, no saben hasta donde llegarian con tal de desquitar su enojo.
Por eso hay que platicar con sus hijos para ver si en la escuela o en otros lugares no lo agreden, platicar con ellos acercarse a ellos es lo mejor, tener comunicacion.